miércoles, 13 de abril de 2011

BLOQUE III. LA EDUCACIÓN EN EL SIGLO XIX, 1821-1867

Texto de Isidro Castillo


ISIDRO CASTILLO: El plan de reforma presentado por Lucas Alamán aunque fue breve y moderado, habría dividido a la instrucción en cuatro ramas y en cada uno de los colegios existentes se alojaría una de las ramas, se introducirían nuevas materias y se suprimirían las inútiles cátedras de teología.
El Dr. Mora califico como “Revolución de 1833”. Él fue arquitecto principal de los cambios, formo parte del comité de enseñanza nombrado por Gómez Farías que después se convirtió en la Dirección General de Instrucción. Las reformas fueron revolucionarias por cuanto la universidad y la mayoría de los antiguos colegios del Distrito Federal quedaban abolidas y sustituidas por seis “establecimientos” controlados por el estado, dedicados cada uno de ellos a una rama de la enseñanza, el gobierno nombraría a los profesores y directores.
MORA dijo: “La educación de los colegios es más bien monacal que civil”, muchas fiestas religiosas las cuales ocupaban más de 200 días de año del trabajo del alumno. Prolongaban mucho la educación y esto inutilizaba las disposiciones de los jóvenes para las ocupaciones laboriosas y positivas. Se hacía caso omiso de las materias relativas a la sociedad de la época.
La meta educativa de mora era crear al hombre positivo, el modelo utilitarista del individuo industrioso e ilustrado que persigue sus propios intereses y cuya máxima fidelidad, como ciudadano virtuoso, sería el estado civil. El 21 de octubre de 1833 la universidad fue abolida por decreto, los seis establecimientos nuevos se encargarían de una enseñanza diversificada y especializada. La ley estableció las materias que se enseñarían en cada una de ellas y los locales en los que se alojarían; el propio establecimiento de Mora, el segundo Humanidades y estudios ideológicos enseñaría todo lo que contribuya al buen uso y ejercicio de la razón natural o al desarrollo de las facultades mentales del hombre y es conocido en el mundo fisiológico bajo el nombre de ideología. Los otros establecimientos fueron, el primero, el de estudios preparatorios, el cuarto, el de medicina, el quinto, el de leyes y el sexto, el de ciencias eclesiásticas. Las escuelas estaban en malas condiciones.
La reforma político-jurídica de 1833, solo duro 11 meses de la administración de Don Valentín Gómez Farías. Fue unos de los congresistas que intervinieron activamente en la Constitución de 1824 y en 1833 tuvo lugar una reforma radical legislativa, esta reforma liberal se inspiraba en el pensamiento avanzado y vigoroso del Dr. Mora una de sus ideas era que todos los fracasos de México se debían en gran parte a la incapacidad de los mexicanos para tomar conciencia de la nacionalidad. El primer paso que ha de darse es orientar la educación por los caminos que deben corresponder a una nación que anhela estar a la altura de su tiempo, es preciso para la estabilidad de una reforma que esta sea gradual y caracterizada por revoluciones mentales que se extiendan a la sociedad y modifiquen no solo las opiniones de determinadas personas sino de todos los del pueblo. Lo que se enseñaba en la escuela no forma hombres para servir en el mundo nada de lo que aprendían les servían en la vida practica, se acomodaban en sus respectivos cuerpos para obtener dentro de ellos los privilegios que les ahorren esfuerzos para los que no han sido educados se formaban hombres teóricos incapaces de de enfrentarse a los problemas de la vida.
El sistema de educación debe de estar en absoluta conformidad con los principios de educación, al decir esto se plantea un problema que habrá de ser debatido en toda la etapa liberal porfiriana y de la revolución mexicana: el control de la educación por el estado de otra manera permitir que la iglesia y las instituciones que le son afines continúen educando a la juventud es permitir la anarquía, las guerras intestinas, la iglesia seguirá formando jóvenes en los principios propios del conservadurismo mientras que el estado liberal formara en los principios liberales. Las reformas de 1833 según el resumen de don Justo Sierra, perseguirían tres fines: destruir los fueron eclesiásticos, hacer entrar los bienes de manos muertas y transformar por medio de la educación el espíritu de generaciones nuevas el programa de la administración de Gómez Farías para mejorar las clases populares suponía que la destrucción del monopolio del clero en la educación. Para 1830 la decadencia de los colegios y de la universidad ya era muy visible en cuanto a los demás colegios se les considero en sus tres aspectos la enseñanza y los métodos y todo se creyó defectuoso en sus bases mismas, en estas condiciones la comisión determino tres principios rectores.
1. Destruir cuanto era inútil o perjudicial a la educación y enseñanza
2. Establecer esta en conformidad con las necesidades determinadas por el nuevo estado social
3. Difundir entre las masas los medios más precisos e indispensables de aprender.

A la dirección de enseñanza le correspondía manejar todo los establecimientos docentes y los depósitos de los monumentos de artes, antigüedades e historia nacional, los fondos públicos consignados a la enseñanza y todo lo concerniente al ramo. En el decreto de 23 de octubre. Nos dice que los programas son exclusivamente para los establecimientos públicos y fuera de ellos se declara libre la enseñanza de toda clase de artes y ciencias y determino la organización de estudios técnicos y carreras científicas con propósitos y necesidades muy diferentes a los que motivaron las instituciones teológicas y jurídicas de la colonia.
Malograda la empresa de Gómez Farías quedo aplazada la reforma hasta la generación de Juárez en mayo de 1834 se redacto en la ciudad de Cuernavaca un plan contra las reformas liberales que trajo una vez más a la presidencia de la república a Santa Anna y esto desbarato al gobierno que había creado las nuevas instituciones sino también a estas que estaban vinculadas como estaban a cambios profundos de la estructura social, mientras tanto los nuevos liberales produjeron nuevas y oportunas instituciones, la pobreza era cada vez mayor de la nación y la administración estaba constantemente amenazada con derrumbarse ante la coacción de los grupos económicamente poderosos.
Estos factores, así como la brevedad de este periodo presidencial no permitieron que se impulsara la enseñanza primaria. Ni que se asentaran en ella los principios liberales perfectamente definidos por el Dr. Mora. Los esfuerzos que realizo la compañía Lancasteriana durante 68 años a favor de la escuela primaria. El sistema fue introducido en 1822 y aunque se clausuro en 1890 su influencia perduro hasta los umbrales de nuestro siglo a través de escuela públicas llamadas “Escuelas del Rey” El doctor Francisco Larroyo resume así la obra llevada a cabo por la Benemérita Compañía. Dice: Es la primera institución que se preocupa en México del grave y delicado problema de la enseñanza popular.
Reforma educativa de Gómez Farías. Educación pública* Mora reconoció el valor de un plan de reforma presentado por Lucas Alemán en 1830, dividió la instrucción en cuatro ramas y su plan fue breve y moderado; el gobierno de Bustamante creía que era mejor reformar que crear de nuevo.
Las reformas educativas de corta vida construyeron el meollo de lo que Mora califico a menudo de “revolucionarios de 1833”; Mora fue arquitecto principal, formo parte del comité para la enseñanza nombrado por Gómez Farías que más tarde se convirtió en la dirección general de instrucción, el nuevo organismo gubernamental consagrado a la enseñanza.
Las reformas fueron revolucionarias por cuanto a la universidad y sustituidos por establecimientos controlados por el estado dedicados a la rama de la enseñanza, la nueva legislación se dirigía contra la universidad pero no contra la influencia que ejercía el clero a través de la educación. El indicador reprimió los ensayos educativos de Jovellanos y la iglesia se opuso a plan de reforma. En los colegios, Mora se hacía caso omiso de las materias relativas a la sociedad de la época, el derecho constitucional, la economía política, la historia profana, el comercio y la agricultura... la meta educativa demora era crear el hombre positivo, el modelo utilitarista del individuo industrioso e ilustrado que persigue sus propios intereses y fidelidad, como ciudadano virtuoso.
La universidad fue abolida por decreto el 21 de octubre de 1833 y los seis establecimientos nuevos se encargarían de una enseñanza diversificada y especializada, la ley estableció las materias que se enseñarían en cada una de ellas. Mora reconoció el tercer establecimiento de ciencias físicas y matemáticas, el segundo de humanidades y estudios ideológicos, es decir, la historia, la estadística y la geografía, el primero de estudios preparatorios, el cuarto el de medicina, el quinto de leyes y el sexto de ciencias eclesiásticas. Los edificios dejaban mucho que desear; el secretario saco en conclusión que las realizaciones de los seis meses habían sido notables “hoy la enseñanza esta en perfecta armonía con las instituciones públicas”.
El programa educativo debería convertirse en la piedra sillar de3l nuevo edificio liberal, el plan liberal era radical por que había echado por tierra la mayor parte del establecimiento colonial. Los reformadores temieron que sus reformas fuesen interpretadas como demasiado radicalmente seculares, el hombre positivo de mora no sería el secularista de Bentham, sino un individuo arraigado en la cultura hispánica.
La revolución mental.
Gómez Farías fue uno de los congresistas que intervinieron activamente en la constitución de 1824, y con él tuvo lugar una reforma radical legislativa, esta se inspiraba en el pensamiento avanzado y vigoroso del doctor Mora. Una de sus ideas era los fracasos de México se debían a la incapacidad de los mexicanos para tomar conciencia de la nacionalidad. En México los cuerpos predominantes eran los del clero y la milicia. El ideal de los liberales mexicanos será la formación de su grupo social capaz de ver mas allá de los interese de determinados cuerpos o grupos sociales; el objetivo central de esta revolución ideológica del liberalismo es modernizar a México, esto significa dotar a sus necesidades de un instrumental ideológico que permitiese, el establecimiento de instituciones políticas liberales, de un instrumental material que permitiese la industrialización. La opinión demora era orientar la educación por los caminos que deben corresponderá una nación que anhela estar a la altura de su tiempo, cambiar la mete de los mexicanos, cambiar sus ideas, deberá ser la principal meta de los reformadores mexicanos.
Control de la educación por el estado.
Mora quería oponer la libertad de enseñanza, quería la difusión de la educación pública en clases populares independientes de la secular influencia de la iglesia; es inconcuso que el sistema de gobierno debe estar en absoluta conformidad con los principios de educación, consideraba necesaria una correspondencia entre la educación y los ideales a realizar por el estado y la nación. Gómez Farías comprende perfectamente que la nación n4cesita para establecer un régimen de gobierno que este fuera de la influencia del clero y elementos reaccionarios.
Las reformas de 1833 según justo sierra perseguían 3 fines: destruir los fueros eclesiásticos, hacer entrar los bienes de manos muertas en la circulación de la riqueza general y transformar por medio de la educación el espíritu de las generalizaciones nuevas; Mora señala la decadencia de las universidades para 1830. El decreto de 23 de octubre se refiere a la erección de establecimientos de enseñanza pública en el distrito federal, los programas eran exclusivamente para los establecimientos públicos y fuera de ellos se declara libre la enseñanza de toda clase de artes y ciencias, dándole libertad a cualquier persona a quien las leyes no se les prohíben y pudiera abrir una escuela dándole aviso a la autoridad, la intención de estas leyes es romper el monopolio educativo, dar al estado las funciones que al respecto le conciernen y liberar y modernizar el tipo de educación. La universidad también fue considerada perniciosa, porque daba lugar a la pérdida de tiempo y a la disipación de los estudiantes en los colegios.
Persisten los ideales liberales.
En mayo de 1834 se redacto en Cuernavaca un plan contra las reformas liberales, la reacción no solo desbarato al gobierno, si no dando cambios a la estructura social, Farías sabía que su papel era provisional. El papel de la reforma era el de la cuña introducida en el orden anterior y destinada a transformarlo. Todos estos factores no permitieron que se impulsara la enseñanza primaria ni que se asentara en esta los principios liberales definidos por Mora. El plan de enseñanza lancasteriano nunca descanso sobre un principio pedagógico determinado y la mayoría de los educadores americanos han coincidido al calificarlo como un simple expediente; la estreches de miras y la pobreza de estas escuelas fue un obstáculo para el desarrollo del plan de educación implicado en la reforma de Gómez Farías.
Que aunque se forjaran teorías y nuevos proyectos y se luchara por destruir al antiguo orden de cosas, no había ni tiempo, ni dinero ni las circunstancias propicias para construir el nuevo orden social y la vida seguía su curso. La reforma de Gómez no llego en verdad, a la escuela primaria ya que era ajena a los ideales de la reforma y a la realidad de la nación, más bien fue en las instituciones de enseñanza superior donde tuvo repercusión esta reforma.